- Caja Timpánica: Pequeña cavidad llena de aire, gracias al conducto denominado Trompa de Eustaquio, que la comunica con las fosas nasales, por lo cual la presión de aire contenido en la caja timpánica es la misma que la del ambiente. La caja timpánica se comunica con el oído interno mediante dos aberturas provistas de una fina membrana la ventana oval y la ventana redonda.
- Células pilosas: Células sensitivas situadas a lo largo de la membrana basilar en la cóclea, en el oído interno, y que reaccionan ante el sonido. Cuando se dañan o desaparecen algunas de las células pilosas se produce una pérdida de audición sensitiva. Todo el mundo pierde parte de las células pilosas al envejecer, pero el cuándo y el cómo varía dependiendo de la persona.
- Cerumen: O cera. Sustancia oleosa que lubrica el oído. Todo el mundo produce cera y esta producción se regula de forma natural. La cera puede endurecerse dentro del conducto auditivo llegando a bloquearlo. Un otólogo es la persona indicada para retirarla.
- CIC: Abreviatura inglesa de audífonos completamente en el canal (Completely In the Canal). Son pequeños audífonos colocados al final del conducto auditivo.
- Cóclea: Conocido comúnmente como caracol. La cóclea se encuentra en el oído interno, se conoce también con el nombre de caracol debido a su forma espiral. La cóclea contiene el órgano de Corti donde se encuentran las diminutas células pilosas y desde donde las fibras nerviosas envían las señales auditivas al cerebro.
- Colesteatoma: Acumulación de células muertas y tejido epitelial en el oído medio causada por repetidas infecciones y cuyo crecimiento puede llegar a afectar a las estructuras del oído medio.
- CROS: Desvío contralateral de señales. Estrategia de ajuste del audífono utilizada principalmente cuando uno de los oídos está casi sordo y el otro es casi normal. Se sitúa un micrófono en un ‘audífono vacío’ que se coloca en el oído sordo y la señal se dirige al otro extremo, es decir, al mejor oído.